Ya la semana pasada os enseñábamos como habíamos forrado la darbuka con retales. No podíamos dejar que este magnífico instrumento de percusión se quedara sin su funda correspondiente. Y para reciclar todos los retales que nos seguían quedando en tonos marrones, nos lanzamos a por la funda. Como veis ha quedado una bolsa bastante aparente. Protege la darbuka y su diseño es el más fiel al estilo de Nóis Mémo: recicla, aprovecha y hazlo tú mismo.
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